EL IMPACTO DE LA TECNOLOGÍA :¿CÓMO HA CAMBIADO NUESTRA VIDA DESDE LA LLEGADA DE LAS TECNOLOGÍAS?

 Saludos lectores y lectoras.


En el post de hoy os venimos a hablaros de la irrupción de las tecnologías en nuestro día a día y de cómo han afectado a nuestra vida.


Que la llegada de la tecnología a nuestras vidas ha construido una nueva forma de entender el mundo, es algo de lo que a día de hoy, somos conscientes. No solo se han producido cambios en nuestro modo de vida, sino que todas nuestras relaciones e incluso la manera en la que nos configuramos individualmente, también se han visto afectadas hasta el punto de derribar la forma en la que hasta ahora se construía el espacio social y la socialización. 

Si bien es cierto que gracias al uso de estas tecnologías y sus múltiples aplicaciones y herramientas digitales somos capaces de mantener una interconectividad constante con nuestro entorno, también esto denota de forma irónica una pérdida de  conexión dentro del espacio real y cotidiano, lo cual queda reflejado en nuestras prácticas y acciones diarias. 


¿Nunca os ha pasado de estar con amigos/as o conocidos/as con quienes estáis manteniendo una conversación y de repente alguien de los presentes coge el móvil y comienza a desconectarse de la charla que estáis teniendo? Es algo muy frecuente y que de alguna forma, hemos normalizado. Sin embargo, esto supone como señala el sociólogo Zygmunt Bauman un debilitamiento en nuestras relaciones y vínculos afectivos, dando pie a lo que denomina como relaciones líquidas y que personalmente, consideramos, es un aspecto sobre el que deberíamos reflexionar. Ya no solo por este hecho común que señalamos anteriormente, sino porque aún sintiendo que las tecnologías y sobre todo las redes sociales y plataformas de mensajería instantánea entre otras, nos mantienen unidos/as, también nos distancia. 

De alguna forma hemos comenzado a vivir a través de la pantalla olvidándonos de lo que nos rodea, y esto sin duda entraña importantes peligros que sumados al periodo de individualización al que nos enfrentamos, puede acabar destruyendo nuestros lazos afectivos. 

Es cierto que se trata de una posición bastante catastrofista, pero que es necesario tener en cuenta, al menos, para hacernos conscientes en nuestras prácticas y decisiones diarias de la posible repercusión que estas puedan tener.


Otros ámbitos también constituyentes de nuestra vida diaria como el trabajo o la educación no han quedado exentos de la influencia de las tecnologías. Como en el caso de las relaciones personales, la forma en la que concebimos el trabajo o la educación, también se han visto modificadas, y aunque han sido múltiples los beneficios adquiridos a raíz de la implementación de las mismas, también es conveniente resaltar el doble filo que suponen.


Para el trabajo en particular, la incorporación de las tecnologías ha supuesto grandes avances. Permite flexibilizar las formas de trabajo a través de la vía online (algo que durante la pandemia por COVID ha posibilitado el mantenimiento de los mismos), agilizar los procesos de producción e incluso favorecer las relaciones a nivel internacional rompiendo con las barreras geográficas. Podemos afirmar además que todos los sectores se han beneficiado desde la llegada de las mismas, desde los sectores agrícolas y ganaderos hasta los sectores más comerciales y tecnologizados por lo que indudablemente su incorporación al mundo laboral es indudablemente positiva. 

En el caso de la educación, como sabemos, aunque más lentamente, el uso de las mismas también comienza a hacerse hueco entre las metodologías y prácticas más tradicionales, además de suponer un mayor y rápido acceso a la información que favorece (siempre desde un buen uso) el aprendizaje de los educandos. 


No obstante, en ambos casos, creemos que es importante señalar algunas cuestiones que a menudo no se suelen tener en cuenta y que sin embargo, evidencian el claro problema derivado de las desigualdades y brechas económicas y/o sociales a las que se enfrenta un gran sector poblacional, pues no todo el mundo posee los mismos recursos ni conocimientos respecto a las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación). Es por esta razón por la que como educadoras, además, estimamos oportuna la necesidad de revisar a nivel institucional estas cuestiones, ya que generalizar el uso de las TIC dejando a cierto porcentaje fuera de ellas, favorece su exclusión, y dado que estamos en un contexto evidentemente tecnologizado, se debe dotar a todas las personas de las mismas oportunidades y herramientas para evitar que esas brechas de las que hablamos crezcan aún más.


Tras todas las ideas expuestas anteriormente cabe decir que está en nuestra mano hacer que las TIC mejoren nuestra vida en lugar de perjudicarla a través de buenas prácticas y un uso favorable de las mismas, en lo que la educación tiene un papel clave. Tanto si nos dirigimos a colectivos derivados de entornos profesionales (docentes, sector empresarial y financiero, sector administrativo etc) como a otros colectivos en el ámbito informal - con los que fundamentalmente trabajamos los/las educadores/as sociales - incidir en este aspecto nos parece elemental, ya que solo así, de esta manera, lograremos construir un mundo y una sociedad consciente e informada en lo que respecta al uso de dichas tecnologías, evitando por tanto que sean ellas quienes dominen nuestra vida. 


¿Vosotros/as qué opináis al respecto? ¿Seríais capaces de posicionaros de forma clara a favor o en contra de las tecnologías o adoptaríais una postura intermedia como en nuestro caso? 


Por si fuera de vuestro interés ampliar los conocimientos y reflexiones en relación a este tema, os compartimos la TEDx Talk de Miguel García.



Os leemos en los comentarios. Gracias por vuestro tiempo. 



Firmado por: Celia, Claudia, Eva, Marta y Saray.



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